¨Y SI TE PASARA A VOS?¨
Lanzamos la Campaña por el Cuidado de la Salud Mental en el contexto de crisis socio-sanitarias-ecológicas por el COVID-19.
Con éstas primeras publicaciones queremos dar espacio y voz a las personas en situación de albergues del territorio nacional.
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«¿¡Por qué no se quedan nomás allá?!?».
Haciendo posible un nosotros que parece imposible.
Esa que está en el puente de la amistad esperando hace dos días con hambre y ya sin batería ni saldo. Ese que está trabajando en un equipo de salud de APS sin los medios físicos mínimos de seguridad. Esa que ningún día luego ya podía “quedarse en casa” porque desde que se acuerda tiene que salir a reciclar para juntar su alimento diario. Esa que llegó recién del extranjero y en su barrio la atacan “porque seguro trae la enfermedad”. Esos que oyen sus nombres gritados por un militar en un patio seguido de la palabra “positivo”. Y también quienes vemos el noticiero donde nos dicen que si morimos no habrá ni velorio ni entierro y que tenés que hacer “el paso 1, luego el paso 2 y luego el paso 3, y vamos a un corte comercial”.
La lista sigue.
¿Qué hacemos con este montón de miedos que no nos dejan ni pensar, ni sentir, y menos conmovernos? Parece que el miedo solo nos habilita a protegernos; esto no es poco, es más, es necesario. Pero el miedo tiene un límite horroroso: piensa en enemigos. El otro como amenaza, el otro como peligro,como enfermedad, como virus, como muerte.
El miedo social es quizás hasta comprensible, pero nos preocupa cuando las políticas estatales hacen del miedo su línea. Nuevamente escuchamos el discurso estatal bélico: “la guerra contra el virus”. Y es que, hace mucho que no hay “ñande”, hace mucho que hay enemigos sociales: indígenas, mujeres, niñez, ancianidad, pobres, diversidades sexuales, discapacidades,
En un estado donde nunca se repararon sus prácticas de terrorismo que incluyeron desaparecer personas, en una sociedad donde la desigualdad y los privilegios para las minorías vienen siendo brutalmente normales y legales, invitar a la “guerra” nos parece coherente con entender el mundo de manera competitiva, individualista e insensible.
Ante estos tiempos inciertos, confusos, donde a los dolores viejos se suman otros nuevos, como ALAMES Paraguay proponemos 5 líneas de cuidado:
- Que el otro sea entendido en tanto uno como yo, que también merece ser cuidado.
- Que el estado apoye a las comunidades que ya están resolviendo (como tantas veces antes) mucho de las carencias.
- Que más que nunca exijamos un sistema de salud público, integral, participativo, gratuito, de calidad y con capacidad de cuidar.
- Que nos pensemos como personas que dependemos unas de otras, que en colectivo es que somos.
- Que esta crisis nos deje con la claridad de que sea la solidaridad la que nos organice como sociedad, que ella sea la brújula para que podamos atravesar la incertidumbre.
El miedo suele ser un pantano: nos paraliza y nos mortifica. Es difícil pero también tan necesario que encontremos cómo salir y de dónde. Si no sabemos cómo movernos y si no nos dejamos ayudar, movernos significará terminar de hundirnos.
#2
NI HÉROES NI VILLANOS/AS: PERSONAS (COMO VOS)
Los trabajadores y las trabajadoras de Salud hemos sido vistos como héroes en esta pandemia, haciendo alusión a que estamos en el lugar más cercano a las personas que han contactado con el virus poniendo nuestros cuerpos y conocimientos para atenderlas y cuidarlas.
Pocos reconocen que nosotros también tenemos miedos, frustraciones, sensación de impotencia y tristeza por el sufrimiento de otros. Más que ser reconocidos como héroes necesitamos sentirnos cuidados y protegidos, no solo en nuestra salud física, sino también en la mental.
Tener la posibilidad de hablar de lo que nos pasa, ser escuchados y que nos contengan en nuestros momentos de debilidad, es parte de lo que significa ser cuidados. También necesitamos protegernos a nosotros y a nuestra familia del contagio y hacemos un gran esfuerzo por evitar ponernos y ponerlos en riesgo, pero los recursos para nuestra protección son responsabilidad del Estado y nos parecen inadmisibles las viejas prácticas de corrupción y de impunidad de quienes aprovechan esta situación para seguir robando y enriqueciéndose inescrupulosamente a costa del endeudamiento de todos y de nuestra bioseguridad.
Entendemos que el temor al contagio puede generar muchas formas de expresión y reacción, pero no creemos que la agresión, la discriminación, la estigmatización sean un camino que nos ayude,más bien, produce daño y sufrimiento mental en un tiempo en el que todos necesitamos del personal de blanco, necesitamos sentirnos apoyados, arropados con el afecto y la consideración.
De esta salimos juntas y juntos, fortalecidas y fortalecidos, o terminaremos desgastándonos material y emocionalmente.
Si estamos en la primera línea, que sintamos que nos guardan las espaldas y el alma desde la familia, la comunidad y el Estado.
No queremos que sufran discriminación ni los trabajadores y las trabajadoras de salud ni nadie.
#3
Migrar es un derecho, regresar también!
Desde hace muchos años los paraguayos y paraguayas van a la Argentina o al Brasil a trabajar en vista a la falta de oportunidades de empleo o empleo digno en nuestro país. Los gobiernos que fueron sucediéndose después del golpe del 89 no se ocuparon de resolver la vida de la gente, y los índices de desocupación fueron gradualmente en aumento.
Los jóvenes y trabajadores de la construcción, las mujeres en empleo doméstico, cuidado de ancianos y otros, son la fuerza de trabajo que Paraguay exporta.
Hoy, debido a la situación de pandemia, son miles los compatriotas que vuelven a buscar refugio y protección en su familia, fundamentalmente en el interior del país. Ellos perdieron su trabajo, sus familias el apoyo económico mensual, y el país la remesa de dinero que ellos aportan habitualmente. El cruce del Puente de la Amistad representa frío, hambre e incertidumbre, soldados apostados vigilando para que nadie entre, son tratados como en la antigüedad los leprosos.
La situación de discriminación que ellos viven en el exterior se suma al rechazo y agresión que sufren desde el propio estado paraguayo que no les ofrece las condiciones sanitarias y la protección social adecuadas y menos aún las posibilidades de trabajo.
No sumes más discriminación…
Ponete na en su lugar…
Campaña de cuidados a la Salud Mental
#NODISCRIMINESPY
#ALAMESPY
#4
Tenemos una larga tradición de crear espacios de encierro: manicomios, asilos, cárceles u orfanatos, donde se dejan de lado los derechos humanos y el cuidado de las personas.
Estar en un albergue, es una situación difícil, que genera incertidumbre y miedo. No podemos convertir los albergues en depósitos, más cercanos a un lugar de castigo que de cuidado.
Cuidemos a las personas, cuidemos el derecho a la confidencialidad de sus diagnósticos, cuidemos su salud mental, somos personas, tenemos derechos.
Desde ALAMES Paraguay proponemos 🌳Que sea el cuidado y la 🤝🏽 solidaridad la que nos organice como sociedad.
#5
El duelo es la reacción de las personas frente a la pérdida de quienes amamos, es un proceso de elaboración y reacomodo ante el dolor que se supera luego de un tiempo y se considera necesario para reconectarse más tarde con la vida diaria de cada uno.
La situación de pandemia no permite la realización de actos tan importantes y significativos para nosotros como realizar el ritual de velatorio, ceremonias religiosas o rituales familiares; las familias son apartadas y alejadas de sus parientes desde que se enferman y muchas veces hasta su fallecimiento siendo enterrados en soledad. Disponer del apoyo social es esencial para el proceso de duelo. Los rituales de despedida son actos simbólicos que nos ayudan a expresar nuestros sentimientos ante una pérdida y a poner un poco de orden en nuestro caótico estado emocional. » Fue muy doloroso para nosotros perder un ser querido y perder la libertad de poder estar con el consuelo de parientes y amigos . Encima se nos vino el dolor por el rechazo de nuestro vecindario y la negativa a enterrarle en el cementerio cerca de nuestra casa»
Desde Alames Paraguay proponemos que sea el cuidado y la solidaridad la que nos organice como sociedad.
#NODISCRIMINESPY
#6
Se le llama pandemia a la propagación mundial de una nueva enfermedad para la cual la mayoría de las personas no tienen inmunidad. El Covid-19 o Coronavirus es una pandemia que afecta a muchos países del planeta incluido Paraguay. Al mismo tiempo un discurso y acciones estatales bélicas que infunden miedo social se han diseminado en nuestra sociedad.
Hasta una persona cuidadosa puede estar contagiada. Es una persona, no es “una enemiga”, no es “una amenaza”, no es “un virus”, no es “un contagiado”. No estamos en guerra, el contagio no es “un ataque”, es la forma de circulación de un virus.
Cuando una persona tiene un contagio se queda en aislamiento en su domicilio o en el hospital, si así está indicado por los profesionales que la atendieron. El aislamiento de la persona en su propia casa, indica que ella se cuida, que cuida a su familia y a su comunidad. La mayoría de las personas se recupera de la enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario.
Los procesos de salud-enfermedad-cuidados forman parte de la vida misma de cada persona, que tiene derecho a la preservación de su salud, a la atención y cuidados para la recuperación de enfermedades, tanto por parte del sistema de salud pública como por los saberes de su comunidad.
Salud es cuidado personal y colectivo. Cuidemos a la persona que tiene un contagio, brindemos apoyo a sus familias en lo que podamos, en la provisión de lo que necesiten para el cumplimiento del aislamiento, ya sea barbijos, alimento, abrigo y más que nunca acerquemos palabras de aliento para su recuperación.
Ponete na en su lugar.
Desde Alames Paraguay proponemos que sea el cuidado 🌱 y la solidaridad 🤝🏽 la que nos organice como sociedad.
#NoDiscriminesPy
Campaña por el cuidado de la Salud Mental

“Mi familia tomó todos los cuidados, pero un grupo de vecinos que pasaban apedreó mi casa gritando que me fuera a otro lado. Casi quemaron mi auto también. Sufrimos más por este ataque y rechazo que por el contagio, nunca nos imaginamos que por tener una persona enferma en la casa nos iban a atacar”