HACE MUCHO EL PARAGUAY VIVE CON UN SISTEMA DE SALUD COLAPSADO Y EN EMERGENCIA PERMANENTE, LA DIFERENCIA ES QUE AHORA SE PUBLICA EL NÚMERO DE MUERTOS
Cynthia, Yohana, Don Antonio, Juan, Marina Beatriz, todos los nombrados y muchos miles más, tienen nombre, familia, hijos e hijas, sueños, y sobre todo Derechos. ¿Qué está pasando en nuestro Estado?
La inversión realizada para la ampliación de camas de UTI a prácticamente el doble (pero aún insuficiente) durante el 2020, no se vio reflejada en el presupuesto 2021, que no tuvo en cuenta la necesidad de sostener la atención ante una pandemia de COVID que lejos de haber remitido se mantiene con indicadores intolerables.
Hoy sufrimos las lamentables condiciones de UTI en la Clínica Ingavi y en INERAM, pero también en todos los demás sectores de UCI del país, donde los familiares denuncian que gastan hasta un millón de guaraníes al día para responder a las necesidades de sus familiares, de vuelta estamos con el Ministerio de las Polladas. El Hospital de Clínicas, referencia por atender a población procedente de todos los departamentos del país, también está sobrepasado en el sector de casos respiratorios, donde se pueden encontrar personas intubadas que no han podido, a pesar de su gravedad, acceder a camas de terapia.
Desde hace meses recibimos denuncias por el desabastecimiento de insumos y medicamentos para COVID en todo el sistema de salud, así como para todas las demás patologías y necesidades en salud de la población.
En este contexto de crisis, las Unidades de Salud Familiar están soportando un injustificable desabastecimiento de medicamentos e insumos esenciales. Como ejemplo más sensible, desde octubre no se entrega de manera continua medicación a pacientes hipertensos, y desde febrero no hay disponibilidad de pastillas anticonceptivas, ni leche para bebés afectados por desnutrición.
El 2 de marzo, el MSPYBS emitió una resolución por la cual también se han suspendido todos los procedimientos y cirugías programadas a nivel nacional, dejando deliberadamente a la población sin acceso. Esto no sólo es un atentado directo contra el derecho a la atención sanitaria, sino que además, incrementa el sufrimiento humano, los problemas de salud mental, la mortalidad evitable, las discapacidades, entre otros gravísimos problemas para la salud de la población.
La cartera sanitaria ha planteado reiteradamente que es fundamental que la lucha contra el COVID se mantenga fuera de los hospitales, es decir, que los casos se identifiquen oportunamente y los brotes se contengan en la comunidad. Sin embargo, cuando las personas acuden a consultar, incluso en el complejo marco de la pandemia, no encuentran respuesta.
La vacunación de la población contra el COVID, se plantea como una meta lejana e imprecisa, y mientras la mayor parte de los países ya han vacunado como mínimo a todo su personal de salud, en nuestro país pocos han sido los sanitarios que han accedido a la vacuna.
Es alarmante, doloroso e injusto que, en esta emergencia sanitaria, mientras el COVID nos mata visiblemente, morimos invisiblemente por otras enfermedades desatendidas.
El Estado paraguayo está incurriendo en un atentado contra el Derecho a la Vida y a la Salud de toda la población.
Requerimos una rápida respuesta del gobierno, y a la población harta de tanta injusticia e indolencia, le proponemos defender unidos la dignidad ante el COVID y las otras enfermedades porque podrán matarnos, pero no callarnos.
ALAMES-Paraguay.
03/03/2021